El pantalón vaquero se ha convertido en la prenda universal por excelencia de nuestro atuendo diario, llegando a ser el elemento preferido para muchos. Rotos o deshilachados, holgados o ceñidos… Infinitas opciones que se adaptan al tipo de persona que seas o el estilo con el que te sientas identificado.
Seguramente si sus creadores, Jacob Davis y Levi Strauss, viesen que después de 142 años su «blue jean» sería la prenda más internacional de la historia seguramente ni se lo creerían. Echando la vista atrás, concretamente en el año 1873, ellos fueron los creadores de tus amados vaqueros y…¡sí!, se llamaron así porque fueron originalmente diseñados como ropa de trabajo para vaqueros y mineros.
Sabemos que es una de tus prendas favoritas pero…¿te has parado a pensar en el tipo de cuidado que necesita? Es importante que sepamos una serie de consejos y trucos para garantizar su durabilidad y no tengamos que deshacernos de ellos a la primera de cambio… Aunque sí es cierto que últimamente los venden casi como si hubiesen sido usados infinitas veces, no debemos olvidarnos que igualmente es necesario que prestemos un poco más de atención antes de echarlos al cesto de la ropa sucia.
Consejos para cuidar tus pantalones vaqueros
Existe una polémica en torno a la disputa de si debemos lavar nuestros vaqueros o no. Concretamente, este debate comenzó en 2014 cuando el CEO de Levi’s, Chip Bergh, declaró que sus vaqueros favoritos llevaban un año sin ver la lavadora. Como de costumbre, la solución no es ni un extremo ni otro, por lo que te ofrecemos una serie de cuidados que garantizarán una mayor durabilidad de la prenda.
Cuantos menos lavados, mejor
Aunque puede parecer un poco antihigiénico, los vaqueros debemos lavarlos sólo cuando sea necesario. Echarlos al cesto de la ropa sucia sin tener en cuenta cuántas veces los hemos usado es un error. Lo mejor es lavarlos cuando tengan mal olor o estén sucios. Mientras tanto, puedes airearlos antes de devolverlos en su lugar del armario o incluso usar este truco: cuélgalos en el baño mientras te estás duchando para que el vapor y los olores del gel y el champú se impregnen en los vaqueros dándoles un olor agradable y fresco. Cuando ya no haya más remedio… Al agua.
Mejor del revés y con agua fría
Para conservar el color del lavado original del pantalón y preservar su diseño, procuraremos lavarlo del revés y abrochado. De esta forma protegeremos también los botones y las cremalleras. También es importante que utilicemos agua fría, ya que con el agua caliente puede encoger y perder color.
Lavado a mano, vaquero para toda la vida
Aunque en estos tiempos es casi impesable ponerse a lavar a mano la ropa, sí que es recomendable hacerlo de vez en cuando con algún tipo de prenda. Lo cierto es que si quieres que tus vaqueros realmente te duren lo mejor es sumergirlos en una palangana con agua fría y detergente (bien disuelto, para evitar pegotes de jabón) y dejar reposar unos 20 o 30 min.
El aliado incondicional
Lo cierto es que si usas un detergente adecuado para prendas delicadas es suficiente, pero si realmente amas a tus vaqueros y no quieres separarte de ellos hay un truco infalible: añade un chorro de vinagre en el agua. Además de ser un remedio excelente para mantener intactos los tintes en las telas, es un suavizante natural que no dañará el pantalón. No te preocupes, el olor se va cuando se sequen.