Aunque nos resistamos a dejar al “veroño” atrás, ahora sí que parece que tenemos que guardar los vestidos, camisetas de manga corta y sandalias para dejar paso a las prendas de abrigo. Precisamente, sin ir más lejos, este fin de semana las previsiones meteorológicas apuntan a que una masa de aire frío provocará un desplome de las temperaturas. ¿Todavía no te has enterado? ¡Que no te pille sin tener tu ropa de invierno preparada!
Si no quieres entrar en un círculo vicioso sin fin en el que guardas la ropa de una temporada y te encuentras con los jaleos procedentes de la otra, debes leer con atención este post.
Por si fuera poco al hecho de tener que realizar el cambio de armario (lo sabemos, a nadie le agrada), empiezas a sacar bolsas con abrigos, botas, jerséis, medias… Y te das cuenta de que todo está en unas condiciones que dejan mucho que desear: arrugado, descolorido, medio sucio, lleno de bolas y con un olor a cerrado muy desagradable. Vamos, que un año más te preguntas: «¿Qué es lo que he hecho mal?». Es justo en ese momento en el que debes empezar a tomar algunas medidas para conservar tus prendas en perfecto estado y no caer en los mismos errores año tras año. Tus looks favoritos, tu tiempo y tu armario te lo agradecerán si sigues estos sencillos consejos para guardarlo todo adecuadamente temporada tras temporada.
Hora de seleccionar la ropa de verano
Sabemos que ese momento en el que abres el armario y empiezas a sacar todas las prendas de verano es bastante desesperante. ¡No pierdas los nervios! Lo primero que debes tener en cuenta es que hay prendas de verano que podemos seguir utilizando en el invierno: los pantalones, las chaquetas de entretiempo, las camisas o blusas… Así que no es necesario que empaques todo. Además, el cambio de armario es el momento ideal para asegurarnos de que vayamos a utilizar las prendas y complementos la próxima temporada. Ese vestido que no pisa calle desde hace no sé cuánto tiempo o todos esos complementos que no sabes ni cómo combinar: es hora de que pasen a mejor vida. Para ello, debes valorar si las prendas están en buen estado para que otras personas pueden aprovecharlas.
Regla de oro: lavar antes de guardar
Sin lugar a dudas, este paso es esencial para conservar toda tu ropa en perfecto estado para el próximo verano. Sabemos que lavar todo lo que vayas a guardar puede suponer una gran inversión de tiempo y dinero, por eso te invitamos a que laves tu ropa en nuestras lavanderias autoservicio.
Es importante lavar sin suavizante ni lejía y con poquito detergente, de esta manera evitamos los olores desagradables que los detergentes orgánicos o biodegradables dejan en la ropa cuando está guardada mucho tiempo. Por otro lado, este paso es tan importante porque lavar toda la ropa antes de guardarla evitará que las posibles manchas que hayan quedado y no detectemos, se hagan resistentes y ya no seamos capaces de quitarlas en lavados posteriores. Además, evitaremos guardar las prendas sin ningún tipo de residuo del último día que las hemos llevado. Por su parte, las prendas blancas, sobre todo, amarillean con el tiempo si las guardamos sin lavar.
Almacenaje de la ropa de verano
Además de los pasos anteriormente mencionados, no podemos obviar esta importante tarea. Lo primero que debes hacer es elegir el espacio donde te será más cómodo y práctico almacenar la ropa de verano (uno nunca está libre de irse de vacaciones a las Bahamas en pleno invierno). Un lugar adecuado puede ser en el altillo del armario, debajo de la cama o en esa cómoda que nunca usas. Si tienes un espacio tipo desván o similar, perfecto. Lo ideal es que, sea cual sea el sitio elegido, debe ser un lugar seco, con poca incidencia de la luz solar y con una temperatura adecuada.
Por otro lado, las bolsas de tela son perfectas para el embalaje porque permiten que las prendas respiren. Si optas por esta opción, te recomendamos que etiquetes cada una de las bolsas para que el verano próximo puedas identificar qué has guardado en cada una de ellas. Si por el contrario tienes que guardar la ropa en un sitio húmedo, lo ideal es que utilices cajas o bolsas de plástico (también son muy útiles las bolsas al vacío, ahorrarás mucho espacio). Este tipo de materiales garantizarán una mejor conservación de las prendas durante el largo invierno.
El cambio de armario es una tarea tediosa y a nadie le gusta.
¡Ahorra tiempo y dinero lavando toda tu ropa de verano en nuestras Lavanderías Autoservicio!